*Caro leitor, escrevi o texto abaixo para o meu mestrado, por isso está em espanhol.
González logró la libertad el 12 de julio de 2010. El día siguiente embarcó con su familia y siete prisioneros políticos cubanos más a España. Entre ellos, cinco periodistas. Todos cumpliendo la condición impuesta: “No quería salir de Cuba, pero fue la única forma para librarme del cárcel. El exilio a cambio de la libertad”, dijo.
Nacido en La Habana, González era presidente de la sociedad Manuel Márquez Sterling, una organización de periodistas clandestina, y dirigía la publicación De Cuba, la primera revista independiente publicada después de la instauración del régimen castrista. “Todo consistía en un teléfono, un bolígrafo y un papel. Hacíamos periodismo bajo a cualquier circunstancia. Siempre se puede informar, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra. Los medios materiales no son lo más importante para ejercer el oficio”, defendió.
En el tiempo que estuvo en la cárcel, el disidente cubano escribió dos libros. “El ser humano siempre tiene recursos para sobreponerse a las adversidades. Y escribir es una buena arma para ello. Escribía en unos papelitos, los ponía en una caja de cigarrillos y los entregaba a mi mujer”.
Aunque las liberaciones, negociadas por la iglesia católica cubana y el gobierno español, sean las más importantes desde que Raúl Castro sucedió a su hermano Fidel Castro, hace cuatro años, González se muestra desesperanzado con el futuro de Cuba. Con un humor que los años encarcelado no lograron quitarle, él habla sobre la posibilidad de volver a Cuba.
Siete años y cuatro meses. Ese fue el tiempo que Ricardo González permaneció en la cárcel en Cuba por ejercer el periodismo en un país donde la censura a los medios de comunicación es una de sus principales marcas. Desde que llegó a España, en julio de 2010, González respira más tranquilo y puede retomar el oficio, pero de esta vez, contando su propia historia. El jueves pasado fue el turno de los alumnos del máster en Periodismo EL MUNDO de escuchar las experiencias del disidente político y corresponsal de Reporteros sin Fronteras, en una conferencia realizada en la sede de la Unidad Editorial.
González logró la libertad el 12 de julio de 2010. El día siguiente embarcó con su familia y siete prisioneros políticos cubanos más a España. Entre ellos, cinco periodistas. Todos cumpliendo la condición impuesta: “No quería salir de Cuba, pero fue la única forma para librarme del cárcel. El exilio a cambio de la libertad”, dijo.
Nacido en La Habana, González era presidente de la sociedad Manuel Márquez Sterling, una organización de periodistas clandestina, y dirigía la publicación De Cuba, la primera revista independiente publicada después de la instauración del régimen castrista. “Todo consistía en un teléfono, un bolígrafo y un papel. Hacíamos periodismo bajo a cualquier circunstancia. Siempre se puede informar, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra. Los medios materiales no son lo más importante para ejercer el oficio”, defendió.
El periodista fue arrestado en marzo de 2003, junto a 27 colegas. Con 60 años de edad, casado y padre de dos hijos, fue condenado a cadena perpetua por actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado. Él recuerda con mucha precisión cuando su hijo le anunció la llegada de las autoridades: “Papá, que a nadie le dé un infarto, allá abajo está la Seguridad del Estado”, contó. “Estábamos acostumbrados con a esa situación y pensábamos que era una detención de uno, dos días”, añadió.
En el tiempo que estuvo en la cárcel, el disidente cubano escribió dos libros. “El ser humano siempre tiene recursos para sobreponerse a las adversidades. Y escribir es una buena arma para ello. Escribía en unos papelitos, los ponía en una caja de cigarrillos y los entregaba a mi mujer”.
Sobre las condiciones de vida en la cárcel, su memoria parece no fallar: “Recibía visitas cada tres meses, comía vagina de vaca y dormía en un banco lleno de ratos. Sólo después de que me cambiaron de celda que tuve una cama”, recordó.
Aunque las liberaciones, negociadas por la iglesia católica cubana y el gobierno español, sean las más importantes desde que Raúl Castro sucedió a su hermano Fidel Castro, hace cuatro años, González se muestra desesperanzado con el futuro de Cuba. Con un humor que los años encarcelado no lograron quitarle, él habla sobre la posibilidad de volver a Cuba.
“Soy escritor y periodista, pero no soy profeta para saber lo que va a ocurrir. No creo que habrá algún cambio. Fidel es mi principal adversario y volveré a Cuba cuando la dictadura deje de ser dictadura, sea de izquierda o de derecha. Mientras, en mi pasaporte consta que tengo un permiso de salida definitivo”.
8 comentários:
Bravo!! pelo visto, deste embarazo, vai nascer uma periodista que vai encher de orgulho os conterrâneos...
muito bom, carol.
Hola Caro!
Qué bien escrito! Muy buena pluma. Me encanta tu estilo, muy fresco. Felicitaciones por el esfuerzo, la superación y el talento! Besos, Caro (de Argentina).-
Que orgulho, lindona! Parabéns! Beijo!
Benzodeus, que beleza!!
Carol: Disfruté de las palabras, de la notícia... Soy cubano y vivo ahora en tu Brasil. Mi padre (también escritor) tiene una historia parecida. Que diáspora la nuestra!. Te deseo lo mejor.
Yuri
Hola Yuri, que sintonía impresionante. Acabo de enviar un correo para un amigo hablando sobre el tema, de los ex presos políticos cubanos. Cuando abri el blog estaba tu comentario. Que bueno que disfrutaste. Me pongo contenta. :) Donde estás en Brasil? Soy de Belo Horizonte y vuelvo en julio. Agregame en facebook (carolmjardim@yahoo.com.br) para hablarmos más. También te deseo lo mejor.
wooow!!!, escritora- periodista!!! felicidades!!!, muy buen articulo.
Atte.
Roberto (México)
Postar um comentário